lunes, 15 de noviembre de 2010

Por un momento.



















No sé que hay fuera, no concibo el mundo al margen de la burbuja irisada de los inocentes, no sé donde está Comala, ni entiendo de guerras preventivas, estadísticas o vuelos de misiles tierra-aire si no saben hacer volteretas en la hierba sin quemarla. Sufro el yugo del inconformista con resignación a este rebelarse a la forma que, no obstante, a veces me premia con un nimio detalle, convertido en un fin en sí mismo; entonces puedo otorgar toda a mi realización personal a un rayo de sol que se cuela en la cocina mientras riego las tres macetillas y les hablo de lo guapas que se las ve y nos hacemos promesas de estrellas, o quizás un acorde de Yann Tiersen me desculpabiliza a su manera por seguir buscando en la tapa de los yogures mi kibbutz de deseo...En estos casos hay que reirse, dejarse llevar por el sueño lúcido y aparcar el existencialismo torturado porque, aunque sea brevemente, hemos salido de la carpa del circo por el agujero del techo y ¿a quién le importa que más tarde tengamos que volver?




http://www.youtube.com/watch?v=-ZJDNSp1QJA&feature=player_embedded

No hay comentarios: