que nunca sepas ni cómo, ni cuando, ni ciento volando... ni ayer, ni mañana.
martes, 12 de abril de 2011
Entonces, los pies se vuelven alas, reconquisto la primavera en un aliento y nos proclamo valientes, que aún no vencedores. Eso sería increpar al mañana, y nunca me dio buen resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario